Encontré por casualidad un viejo amigo de la escuela.
Lo invité para venir mi casa.
Quería recibirlo bien.
Escogí lo mejor que tenia.
Saque del armario la cubertería antigua de París,
los cubiertos de plata de mi abuela,
los vasos de cristal bacará del siglo XVIII.
Cenamos a la luz de las velas.
Comenzamos por un Dom Perignon.
A continuación, una pierna de cordero con un viejo bordeaux.
Después, un viejo vino blanco con un viejo parmesano.
Entonces, oímos un viejo disco de Armstrong y recordamos tiempos pasados, degustando un coñac sin edad.
Quién es que dijo que no era bueno envejecer?
Quien dijo que no era bueno envejecer?
Publicado por
Miel
en
6/05/2008
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Etiquetas: Garambainas
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