“El ayuntamiento de l’escala ha prohibido fumar en sus playas”. Ese era el encabezado de la noticia. Luego en el texto matizaba un poco la información, decía que prohibir, prohibir, no, que solo aconsejaba no fumar en una de las playas de la localidad con el fin de que la gente pudiera disfrutar de la playa sin humos y sobre todo para que estuviera limpia y los niños pequeños pudieran jugar tranquilamente sin miedo a tropezarse con las molestas colillas.

No se si es una maniobra para dar publicidad al pueblo y que se conozca este bonito pueblo de la costa gerundense o que verdaderamente nos estamos volviendo hipocondríacos.
Yo que nunca he sido fumador de cigarros, y es mas hasta en ocasiones me molesta el humo no entiendo esta campaña de acoso y derribo a los fumadores. No han prohibido fumar en la playa no por ganas, si no por que no han podido, es ilegal, de momento se puede fumar en todos los sitios al aire libre y mientras no digan lo contrario la playa lo es, pero llegara el momento en que el fumador tendrá que encerrarse en el váter de su casa para fumarse un pitillo.
El caso es prohibir, que es lo que a mi me jode, recordarle al ciudadano que esta sujeto al supremo designio de una clase social, la política, que ha venido al mundo a salvarlo de si mismo.
Si de lo que retrata es de no manchar que se obligue a la peña a tomar el sol con cenicero incorporado, que se prohíba comer pipas y bocadillos de chorizo que luego tiran las peladuras y a demás da halitosis, que se prohíba llevar el radio casete y poner música sobre todo si es el Koala , que se prohíba jugar a la pelotita o directamente que se prohíba ir a la playa ¡joder! Que se creé la gente que la arena es suya. Que volvamos a las playas privadas en las que se seleccione a la gente por tamaños y colores y se extiendan carnes para poder pasar de no fumadores, vegetarianos, frikis o amigos de los comic .
Vamos que me voy a fumar ahora mismo un cigarro en solidaridad con los afectados y esperate no me haga adicto al tabaco aunque me cueste la salud
