El fenómeno de contemplar como sale o como se pone el sol resulta casi siempre un espectáculo maravilloso. Las puestas de sol nos evocan paz y tranquilidad, en nuestro Subconsciente las asociamos con momentos románticos en los que los enamorados se confiesan su amor pero también puede ser el momento idóneo para meditar y tomar una decisión importante o para un duelo de espadas o el harakiri de un samurai.
Todavía puede ser más hermosa si la puesta de sol la vivimos en un lugar especialmente bonito, país, ciudad o entorno donde hayamos soñado acudir algún día. Contemplar como la luz del sol se apaga y aparecen un espectáculo de colores y sombras, como se refleja en el mar o desaparece el sol por la montaña, puede ser algo que nunca olvidemos.
Y si todo esto lo añadimos a una buena compañía a nuestro lado ya puede ser el no va mas, el sumún, una orgía de emociones y sentimientos.
Cuantas puestas de sol pasadas y futuras hemos vivido y viviremos… que recuerdos nos traen de tranquilidad… personalmente recuerdo algunas especialmente bonitas en el malecón de La Habana, en el lago Atitlán en Guatemala la torre eiffel desde el mirador de Montparnasse, en el desierto de Zagora….
2 comentarios:
Cuando vivì en la Isla Margarita, nuestra quinta(casa) quedaba justo enfrente de la playa,(Playa el Angel) habìa unos amaneceres de morirse, los recuerdos màs bellos los tengo, comenzando el dìa, en el porche a las 5 de la mañana, tomando un guayoyo(cafè), disfrutando de esos amaneceres de postal, que siguen imborrables en mi retina.... ainsssssssss.
Gracias por hacèrmelos recordar.
Besitos con amaneceres hermosos
también estuviste en Isla Margarita? Eso nos lo tienes que contar
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